martes, 14 de junio de 2011

HARRIET BEECHER STOWE

Los libros no se han hecho para que sirvan de adorno. Sin embargo, nada hay que embellezca tanto como ellos en el interior del hogar

Hoy se cumple el bicentenario del nacimiento de Harriet Beecher Stowe, escritora y abolicionista estadounidense reconocida principalmente como la autora de “La cabaña del tío Tom”.


Harriet Elizabeth Beecher nació el 14 de Junio de 1811 en Litchfield, Connecticut. Su padre, Lyman Beecher, pertenecía a la Iglesia calvinista congregacionista. Su madre, también extremadamente religiosa, murió cuando Harriet contaba tan sólo cuatro años de edad. El ambiente religioso, omnipresente a lo largo de toda su vida, haría que cinco de sus seis hermanos varones acabaran siendo pastores. Educada por su rígida hermana mayor, Harriet se inclinó por la escritura desde muy temprana edad.


En 1836 contrajo matrimonio con Calvin Ellis Stowe, declarado defensor de la abolición de la esclavitud, con el que Harriet llegó a tener siete hijos. La publicación de relatos esporádicos de la escritora en diversos diarios dio paso a su primer libro de cuentos, “The Mayflower”, publicado en 1843.

 

Y en 1852 veía la luz “La cabaña del tío Tom” (Uncle’s Tom cabin), una severa denuncia de la esclavitud y una de las mejores novelas de la literatura estadounidense en su género. Lo que motivó a la escritora a escribir esta novela fue el rechazo moral que en ella provocó el Acta de los Esclavos Fugitivos de 1850, que consideraba como delito federal y causa por la que debía ser devuelto a sus “propietarios” en el Sur ayudar a un esclavo que huía hacia los estados del Norte y Canadá en donde, al no estar permitida la esclavitud, alcanzaban automáticamente la libertad.


La cabaña del tío Tom” fue publicado en un principio en 1851 por entregas, un total de 38 episodios, en el periódico estadounidense “The National Era”. Y al poco tiempo fue editado en dos volúmenes.  La novela obtuvo un enorme e inmediato éxito y no sólo en Estados Unidos, uniéndose al sorprendente número de ejemplares vendidos la traducción del libro a diferentes idiomas y las múltiples adaptaciones, obras de teatro y canciones a partir de la novela original.

 

En 1853, en parte por defenderse de las críticas recibidas por la publicación de este libro, Harriet escribió “La llave del tío Tom”, donde matizaba con detalle sus ideas. Y entre 1856 y 1873, Harriet publicó varias novelas, relatos y apuntes diversos, aunque su nombre ya había quedado indeleblemente unido a “La cabaña del tío Tom”. El 1 de Julio de 1896 fallecía en Hartford, Connecticut.

"Las lágrimas más amargas que se derramarán sobre nuestra tumba serán las de las palabras no dichas y de las obras inacabadas"
(HARRIET BEECHER STOWE)

6 comentarios:

Alicia dijo...

Ji,ji,ji, que soy la primera.
Hace años y años y años que leí el libro. Aunque no podría contarte el argumento (ni creo que tengas ganas de que lo haga) sí que recuerdo la indignación y el sentimiento de injusticia que sentí leyéndolo. Y es muy de agradecer, porque a partir de entonces ni se me pasó por la cabeza esclavizar a ninguno de mis semejantes.
Es que los libros enseñan mucho, Mari

Noelio dijo...

Hola, primer. Pues yo no recuerdo haberlo leído, pero harélo algún día que para eso lo tengo. Claro que los libros enseñan, Alicia, a ver si no.

Roberto Béjar dijo...

Es curioso, tantas adaptaciones cinematográficas de obras literarias, y "La cabaña del tío Tom" no tiene alguna, por lo menos que se popularizara.

Un saludo!

Noelio dijo...

Qué razón tienes, Roberto, porque creo que es una historia además perfectamente adaptable al cine. ¡Otro saludo para ti!

Jose Kinte dijo...

Yo voy a preguntarle a Paco si lo he leído.
Dice que no.
Es más, debo reconocer que cuando he visto el nombre del post, tampoco he caído en que era el noimbre de su autora. Los libros nos esnseñan muchas cosas, pero los blogs a veces, también.
Voy a liberar a dos negros y ahora vengo. Suerte y gracias.

Noelio dijo...

Buenas enseñanzas has extraído, pues, de esta entrada, Jose Kinte, me alegro. Y anda, de paso libérate tú también.